¿POR QUE CORREN TAN RAPIDO LOS JAMAICANOS ?


La genética de los esclavos africanos y el amor por el deporte heredado del imperio británico han convertido a la isla en una factoría de velocistas

A ver quién llega el primero hasta aquella palmera'. En los colegios jamaicanos no suele haber porterías de fútbol ni canastas de baloncesto. Por no haber, no hay ni patios donde jugar, así que las carreras son la principal diversión de los miles de chavales en edad escolar.

En Europa todavía asociamos el país caribeño con el espíritu indolente y contemplativo que con tanto esmero cultivó quien sigue siendo su principal referencia cultural, el cantante Bob Marley, pero la competitividad es una de las principales señas de identidad de los habitantes de la isla.

El sistema educativo heredado de los tres siglos de dominación británica ayuda a explicar el voraz apetito de triunfos que exhiben sus atletas en las pistas. «No les gusta nada perder», constata el exvelocista alicantino Javier Arqués, explusmarquista español de los 100 metros, que en la década de los ochenta se midió con ilustres estrellas de origen caribeño como Raymond Stewart, Linford Christie o Ben Jhonson (los dos últimos nacieron en Jamaica aunque corrían con pasaportes británico y canadiense, respectivamente).

El recién clausurado Mundial de Atletismo de Corea ha vuelto a poner de manifiesto el hambre de victorias de los jamaicanos. Además de dominar con mano de hierro las principales competiciones de velocidad -Usain Bolt se llevó los 200 metros y Yohan Blake los 100-, el equipo caribeño se permitió el lujo de clausurar su participación en la cita batiendo el récord del mundo del relevo de 4X100 metros.

Su exhibición de poderío volvió a dejar boquiabierto a medio mundo, que no termina de explicarse las razones que hacen que un pequeño y modesto país, que no llega a los tres millones de habitantes con altos niveles de pobreza y delincuencia, se imponga con semejante suficiencia en las pruebas de velocidad a superpotencias del atletismo como EE UU.

La pregunta vuelve a plantearse cada vez que Jamaica revalida su hegemonía en una cita internacional. Entre los atletas europeos está muy extendida la hipótesis del darwinismo salvaje que resultó de las prácticas esclavistas desarrolladas entre los siglos XV y XIX: una selección genética que pobló las costas caribeñas de individuos dotados de una extraordinaria capacidad física.

El exatleta Javier Arqués recuerda que los traficantes de 'carbón', sobrenombre con el que se conocía a los comerciantes de esclavos, escogían a los más fuertes de entre los pobladores de la costa oeste africana. «La selección se depuraba en la travesía hasta el otro lado del Atlántico. Solo los más resistentes eran capaces de sobrevivir en aquellas condiciones sobrehumanas».

Otro 'filtro' que eliminaba a los más débiles, añade Arqués, era el trabajo a destajo que los supervivientes se veían obligados a realizar en las plantaciones del Nuevo Mundo. «El resultado de todo aquello -resume el exvelocista alicantino- es que muchos países caribeños tienen entre su población una 'materia prima' excepcional para el deporte de alta competición».

La teoría de la selección genética recibió un significativo espaldarazo gracias a un estudio en el que participaron especialistas de la Universidad de Glasgow. Los investigadores contrastaron muestras de tejidos de atletas de diferentes orígenes y llegaron a la conclusión de que entre los jamaicanos se da una presencia más elevada de la sustancia conocida como actinen A, que proporciona una mayor capacidad de recuperación de las fibras musculares después de un esfuerzo.

 El trabajo concluía que el 70% de los deportistas caribeños tenían altas dosis de ese elemento, un porcentaje que descendía hasta el 30% cuando los analizados eran corredores de países como Alemania, Gran Bretaña o Australia.

El también exatleta Valentín Rocandio, responsable durante tres lustros del equipo de velocidad de la Federación Española de Atletismo, no desdeña la hipótesis de la selección genética, aunque cree que el fenómeno es producto de la conjunción de muchos factores. «Lo fundamental -dice- es que tienen muchas ganas de correr, algo que en Europa ya se ha perdido porque el atletismo es una disciplina que requiere muchos sacrificios».

Las carreras de velocidad, añade Rocandio, son el deporte rey de Jamaica. «Además, tras la explosión del fenómeno de Usain Bolt se ha desatado una auténtica locura y todos los chavales de la isla quieren ser como él».

Usain Bolt, el atleta que deslumbró a medio planeta cuando batió tres récords del mundo y ganó tres medallas de oro en los Juegos de Pekín, es el auténtico rey de Kingston, la capital del país caribeño. Sus espectaculares triunfos y su carácter extrovertido han hecho de él un ídolo en Jamaica. Los más jóvenes han sustituido la cultura de las rastas y la marihuana por la nueva religión del atletismo.

De las trenzas se ha pasado al corte de pelo militar o incluso al cráneo afeitado. Bolt es el espejo en el que se miran los chavales jamaicanos, que han aprendido gracias a él que el atletismo puede abrirles las puertas del éxito y proyectarles hacia un mundo muy distinto del que en realidad les espera.

Sistema de becas

Es precisamente ese afán de emulación el que ha hecho de Jamaica la principal factoría de velocistas del
mundo. Y no es un fenómeno pasajero. Los aficionados que acuden todos los meses de marzo al Boys & Girls Champs, una cita deportiva que congrega en el estadio nacional de Kingston a la flor y la nata del atletismo infantil jamaicano, aseguran que no hay ninguna otra cantera con tanto potencial.

En el campeonato participan los más brillantes de los becarios reclutados por los colegios jamaicanos y aquel que obtiene un triunfo logra un prestigio equiparable al del centro que resulta victorioso en la final del baloncesto universitario de Estados Unidos. «Hay mucha más tensión en la salida de una carrera escolar que en una final de unos Juegos Olímpicos», cuenta Don Quarrie, patriarca de los velocistas jamaicanos y cuatro veces medallista en la década de los setenta.

A diferencia de lo que ocurría en los tiempos de Quarrie, cuando sus paisanos tenían que marcharse a las universidades estadounidenses para mejorar su formación, los atletas jamaicanos tienen hoy medios para progresar sin necesidad de salir de su país. Otro factor que da la razón a los que pronostican que su reinado en el circuito velocístico mundial no va a ser cosa de dos días.

Fuente: eldiariomontanes

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3 Comentarios

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  1. me parece extraodinario el trabajo q hace bolt mil respetos y admiracion para el .-,..-uyaaaaaaaaay

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  2. LOS JAMAIQUINOS NO USAN DROGAS INVISIBLES-ESTEROIDES ETC
    SUS MUSCULOS Y HUESOS NO SON PROPENSOS A LAS RUPTURAS Y
    DESGARRAMIENTOS DE TENDONES Y MUSCULOS SE HAN DADO CUENTA DE LA MAYORIA DE AMERICANOS GANADORES OLIMPICOS DE REPENTE EN COMPETENCIAS TIENEN ESAS LESIONES HAY UN DICHO
    DESDE HACE TIEMPO QUE DICE QUE LA DROGA ES ACIDO Y QUE HACE EL ACIDO DESTRUYE O TE QUITA LA VIDA

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  3. Me opongo a esta hipótesis DISCRIMINATORIO, los jamaiquinos son fuertes, porque ellos piensan que pueden salir del ghetto a través del atletismo. También porque son la singularidad desde la infancia. El athletise en Jamaica, la tierra de Bob, es un juego de lo que usted dice a la hipótesis de Christophe Lemaitre, que cruzó la barra de 10 segundos? Vamos racistas, debemos encontrar las verdaderas razones

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