El maratón representa el test supremo resistencial de los límites humanos, pero puede un atleta en su debut ¡romper la marca mundial de maratón?
Referencia de alta clase atlética se produjo el 3 de abril de 1993 en Milán, Italia: por vez primera la distancia oficial de la media maratón se corrió en menos de una hora. La proeza correspondió al esfuerzo del keniano Moses Tanui en 59 minutos con 47 segundos.
Tanui brilló en los albores de la década de los 90. Fue ganador del oro en los 10,000m planos en el Campeonato Mundial en Tokio 1991, plata en Stuttgart 93 después deGebrselassie, y su nombre lo identificamos además por la victoria que consiguió en la edición del centenario del maratón de Boston. Repitió en 1998 y finalizó tercero en Chicago 2000. Tanui era un portento de resistencia almacenada en un cuerpo de apenas 1.65m de talla y 65 kilogramos de peso. Su actuación en Milán asombró al mundo del atletismo.
En la actualidad el poderoso atleta Zersenay Tadese, de Eritrea, uno de los países más pobres del planeta, posee la plusmarca mundial de media maratón en 58.23, la señaló en Lisboa el 21 de marzo de 2010, un mes después de aquel terrible accidente automovilístico que sufrió Tanui cerca de la ciudad de Nakuru en el que su amigo David Lelei, finalista de 1,500 en el Mundial de Sevilla, perdiera la vida.
La hora en la media maratón es, sin duda, una referencia de calidad. Y esta prueba como muchas otras ha evolucionado en forma notable por la pugna imperial de kenianos, etíopes y otros atletas africanos. Nueve corredores han cruzado el límite de los 59 minutos entre ellos Samuel Wanjiru, el infortunado atleta keniano fallecido en 2011, ganador del oro olímpico en Pekín; Atsedu Tsegay, de 20 años de edad (58.47 en Praga el 31 de marzo de 2012); Gebrselassie, 58.55; Wilson Kipsang, Kenia, 58.59 en New Castle, segundo atleta en correr tres maratones en menos de 2:05 y poseedor de la marca mundial de maratón en 2:03.23 el pasado 29 de septiembre en Berlín.
El aficionado al atletismo conoce perfectamente el amplísimo y abigarrado abanico que influye en una carrera de maratón: temperatura, humedad, altura sobre el nivel del mar, entorno de relaciones humanas. Bajo estas circunstancias y con el comparativo de cronometrajes formulamos una pregunta: ¿Puede un atleta en su debut, al correr por vez primera el maratón, romper el récord mundial? La respuesta inmediata rotunda es ¡no!, sin embargo, hay una brizna de probabilidad, flota suavemente como un copo de nieve en el árbol de Navidad.
El 24 de enero se va a efectuar el maratón de Dubái. En 2012 y 2013 lo ganaron dos debutantes, los etíopes Ayele Abshero en 2:04.23 y Lelisa Desisa en 2:04.45.
Debuta ahora el veinteañero Atsedu Tsegay que tiene en la media maratón mucho mejor marca que Kipsang. Compare con los datos anteriores. Cierto, en el deporte no se puede pronosticar ni aplicar la regla de tres simple (tampoco en la vida real. El día tiene 86,400 segundos, si un obrero levanta una barda en un día, entonces ¿86,400 obreros la edificarán en un segundo? No. Hay otras variables.), pero si Tsegay es más rápido queTadese significa que no deberemos asombrarnos si la perspectiva se cumple.
Atsedu Tsegay, seguramente, pulsa, acaricia objetivamente la posibilidad de materializar en Dubái un sueño imposible.